sábado, 12 de septiembre de 2015

Jordi Doce: Hormigas blancas


Lo más alegre es construir con muy poco.

He abierto este cuaderno mientras la niña dormía el segundo tramo de su siesta. Y es como si esta duermevela inquietate en que lleva sumida desde hace unos cuantos minutos llegara por misteriosos cauces hasta esta página, como si mi mano tradujera sin saberlo, y sin comprender su verdadero sentido, los gemidos y sílabas ocasionales que pronuncia en su sueño. Su despertar inminente me obliga de manera insensible a apresurarme. A escribir más rápido y sin pensar, como si la mano regresara a la etapa primitiva del balbuceo y el lloro intuitivo.
Y por ahí hay que entender la necesidad de este cuaderno.
Es un lloro seco, sin lágrimas, un balbuceo cortado de raíz.

Imagina a Dios como el pegamento entre las cosas.

Ángeles de la guarda canjeándonos como cromos.

Un armario con perchas vacías: su esperanza.

(Jordi Doce, Hormigas blancas. Barrientos Ediciones) 

lunes, 1 de junio de 2015

Mil novecientos treinta y ocho. CHARLES SIMIC


Todo es predecible. Todo ha sido previsto. Lo que estaba destinado no se puede evitar. Incluso esta patata cocida. Este tenedor. Este pedazo de pan negro. Incluso este pensamiento...
Mi abuela, que barre la acera, lo sabe. Dice que no hay dios, sólo un ojo aquí y allá que ve la claridad. Los vecinos están demasiado ocupados viendo la televisión como para quemarla por bruja.
(Charles Simic) 

domingo, 24 de mayo de 2015

ESPECIAL ÁRTESE QUIEN PUEDA: Natalia Litvinova

LO QUE NO MURIÓ ENTRE LAS MANOS
en mi sueño caían
copos de nieve.
no pude retenerlos,
fui débil.
no fui nieve
ni sueño.

(Natalia Litvinova, Esteparia. ÁRTESE quien pueda ediciones)


OFRENDA
alquilo todos
los agujeros de mi cuerpo
para mi propia ofrenda.
para curarme
después del abuso
abandono premeditado
despues de su codo
su pierna
y su sobre todo.
me abusaré de mí misma
antes que sea tarde
con mucho cariño:
de mí para mí.
(Natalia Litvinova. Esteparia. ÁRTESE quien pueda ediciones)






lunes, 13 de abril de 2015

Especial Ártese quien pueda ediciones: ÁNGELA SEGOVIA

Si hablo es porque tengo algo que se rompe


EL OFICIO

el palacio de la cultura es una cárcel blanca
cúmulo de fuegos del 20 entre chatarras del todo armónicas
muros desollados que a nadie duelen
cuatro y veinticinco siempre
bajo la escalera, focos quemados, incluso la espiral
deja de ser eterna
así, lentes difusas y las astas del renacido ciervo
otra vez
fueron cortadas de raíz hasta yacer inútiles
en la casa de Méliknov, Moscú
lienzos tendidos, una colmena esectacular.

(de paso a la ya tan, Ártese quien pueda)

TRAYECTORIA

a veces un hombre semidesudo camina por una plaza y canta, se desvía unos pasos y golpea a otro hombre con el puño cerrado y lo increpa, y el otro hombre sonríe y por le que parece le habría gustado hacer una foto de ese momento. luego cada uno a su camino, atrás los gritos, atrás los cuartos, convulsivo hombre realmente furioso y semidesnudo y furioso, se aleja por una plaza y canta.
cortina de pájaros
(de paso a la ya tan, Ártese quien pueda)



martes, 7 de abril de 2015

Especial Ártese quien pueda ediciones: MIGUEL CASASOLA

Sé de dónde procedo, pero no sé adónde pertenezco




ROMANCE LITERARIO
                                             Para...

Nuestro romance
fue como leer un libro
cuando dispones de poco tiempo.
Trabajábamos juntos,
vivíamos separados.
Nos besábamos en el metro.


CUANDO EL TIEMPO MUERE
                                  A Leopoldo María Panero

Cuando el tiempo muere
la vida se suspende
como en un baúl enterrado,
todo está sin estar
y las manos y las puertas
son una quimera.

Y lo peor es que el tiempo
es más humano
de lo que pensamos:
tiene criterio.
Cuando el tiempo muere,
muere sin pedir permiso. 

(Miguel Ángel Casasola, Esquinas y rincones. Ártese quien pueda)


domingo, 5 de abril de 2015

Especial Ártese quien pueda ediciones: ANDREA AGUIRRE

El ciclo lunar de los parétesis nos cautiva con una voz propia de mujer capaz de renacer tras el llanto.


Toma
mi corazón con tus manos
                                         apriétalo
                                         estrújalo
                                         tíralo
                                         rásgalo
                                         rómpelo
                                         muérdelo
                                         písalo
                                         aráñalo
                         incluso dinamítalo
está tan lleno
que no podrás desangrarlo.
(ANDREA AGUIRRE, El ciclo lunar de los paréntesis. Ártese quien pueda ediciones)



Día 2.190

El misterio de la muerte es muy redondo, como un agujero de cañón. Nada hay más subversivo que un reloj de sol debajo de las alas de tu casa.

Sin embargo, ocurren las agendas. Los horarios, calendarios cuadriláteros.

Prefiero echarme la siesta en el sofá.

(Has escrito tu historia en una página y te sobran líneas. Es porque hay toda una vida en una sola letra)

(ANDREA AGUIRRE, La infancia suicida de Verónica Qué. Ártese quien pueda ediciones)

jueves, 2 de abril de 2015

NANA DE LAS ESPINAS de Francisca Aguirre



NANA DE LAS ESPINAS
                                                A Luz Pichel
Hay que ver lo tristísimas que están siempre las espinas.
Y no hay manera de alegrarlas:
aunque les cantes y les cantes
siempre lloran, no paran de llorar.
Debe ser porque pinchan.
Lo de pinchar no gusta a nadie.
Tienen clara conciencia de que ya no sirven,
de que son desperdicios miserables;
por eso yo les canto la nana de los acericos:
"Si quieres ser feliz
aun siendo espina
búscate el acerico del consuelo"
Nunca falla, se ponen tan contentas las espinas,
ríen igual las de las rosas
que las estilizadas de los congrios.
Ya se sabe: la alegría nos convierte en demócratas a todos.
(Nanas para dormir desperdicios, Hiperión)

jueves, 26 de marzo de 2015

TODO LO QUE HAY EN UNA MARIPOSA, Gonzalo Rojas



TODO LO QUE HAY EN UNA MARIPOSA

                                                         -después de un electro pericoloso

Cardiozumbido malherido, piénsalo,
piénsalo válvula mitral: la cosa
pude ser por ejemplo el 2005
con muchachas hermosas, playa abierta
a corazón abierto.
Puede y no puede, párate
torrente torrencial, sécate
sangre, desoréjate oreja, y
en cuanto a ti ojo exige
otro sol, ¡a ver si hay
detrás de ti otro sol!
Sol de ver, se entiende, con
otra fiesta distinta, otra
fragancia, otro amor más
amor, sin flacas, sin
esas cuerpasal kilo televisivo, sin
olor por lo visto a pavorosa
globalización.
Y tú por fin cerebro descerébrate
sin más, apréndele
al loco que vio
lo que ni Juan de Patmos
ni apenas nadie vio, salvo
Sthepen Hawking
si es que el gran ocioso vio al
Tao, si es que lo oyó
sigiloso al Tao cortante:
                       -"Párate, des-
tijérate de ti, deja todas
esas galaxias, que
estallen o no, levántate
y anda, cosmonauta
parapléjica, come
tierra, no hay Eternidad
ni Big-Bang de nada"
Todo
lo que hay es una mariposa.

(En Poesía hispánica contemporánea. Galaxia Gutemberg, Ed. Andrés Sánchez Robayna y Jordi Doce)

jueves, 19 de marzo de 2015

Melancolía de Jasón, hijo de Cleandro, poeta de Comagene, 595 después de J.C, CONSTANTINO CAVAFIS



El envejecimiento de mi cuerpo y apariencia
es herida de terrible puñal.
Resignación no tengo.
A ti recurro,
Arte de la Poesía, pues algo sabes de remedios:
tentativas de envolver el dolor en la Imaginación y la Palabra.
Es herida de terrible puñal...
Ahora tráeme,
oh Arte de la Poesía, tus consuelos
para hacer que -un momento- no perciba la herida.

(JOSÉ ÁNGEL VALENTE, Cuaderno de versiones)

sábado, 14 de marzo de 2015

TOMAR PARTIDO POR LAS COSAS, Francis Ponge



ORILLAS DE MAR

El mar, hasta que nos acercamos a sus límites, es una cosa simple que se repite ola a ola. Pero las cosas más simples en la naturaleza no se abordan sin poner en ellas muchas formas, sin andar con muchos cumplidos, sin que las cosas más densas sufran un adelgazamiento. Por eso el hombre, y también por rencor contra una inmensidad que lo abruma, se precipita a las orillas o a la intersección de las grandes cosas para definirlas. Porque la razón se tambalea peligrosamente en el seno de lo uniforme, y se enrarece: un espíritu con ansia de nociones debe primero aprovisionarse de apariencias (...)

(Francis Ponge, La soñadora materia. Galaxia Gutemberg. Edición bilingüe de Miguel Casado)


jueves, 12 de marzo de 2015

LO TERCERO , Mascha Kaléko



LO TERCERO

Tres cosas hay, dijo el poeta,
que la música componen:
la melodía, el ritmo y
el silencio del orbe.

sábado, 14 de febrero de 2015

SYLVIA PLATH, Una aparición





Una Aparición



La sonrisa de las heladeras me aniquila
¡Corrientes tan azules en las venas de mi amada!
Escucho el ronronear de su enorme corazón.

De su boca salen como besos
los símbolos de conjunción y porcentaje
En su cabeza es lunes: la moral

se lava, se plancha y se entrega.
¿Y yo quién soy para entender estas contradicciones?
yo uso puños blancos y me inclino.

¿Entonces es ésto el amor, esta materia roja
saliendo de la aguja de acero que vuela así de ciega?
Va a hacer tapados y vestiditos

para abrigar a una dinastía.
Cómo se abre y se cierra su cuerpo.
¡Un reloj suizo, con rubíes en las bisagras!

¡Oh, corazón, tanto desorden!
las estrellas se encienden como cifras terribles,
los párpados de ella recitan el abecedario.


(Sylvia Plath)

sábado, 17 de enero de 2015

Las estrellas ya no son lo que eran de JUAN CARLOS MESTRE



LAS ESTRELLAS YA NO SON LO QUE ERAN

A Marwin Sylvor le prohibieron de pequeño montar en tiovivo.
Cada verano se lo preguntaba a su padre, quien le respondía que no.
de ahí nació su amor por los carruseles y los caballos de colorines.
Hacía trabajos de decoración para el Vaticano cuando le hicieron su primer encargo.
Un carrusel de mármol en el que los de Roma se lo pasaban pipa.
Amaba a las criaturas aladas y el arco iris de bombillas.
Amaba los corazones que fracasan y el sonsonete de los poetas.
En el tiovivo de Marwin Sylvor tenían entrada gratuita
los golfos y el alimento para peces del héroe de los descampados.
Girad noches, girad sinceras muchachas en los relucientes festivales de invierno.
Pronto llegarán los alces a las columnas salomónicas
y los panteones papales se cubrirán de coronas y guirnaldas de nieve.
Las estrellas ya no son lo que fueron, luces en aprietos
granujas que desaparecen en un periquete
entre los sueños pendientes de ser soñados.
(JUAN CARLOS MESTRE, La bicicleta del panadero)




TODO MESTRE
Se piensa que el xilófono de la lluvia ha decidido chocar su batuta contra la esfera de los charcos, porque tu poesía es un paraguas agujereado que presta al ujier de los cielos los días desapacibles. Con ella convoca a una asamblea de ángeles que llegan a consenso entre la metáfora y las estrellas, la ironía y la noche, la delicadeza y los rascacielos sólo por amor al arte de las palabras.
Tu poesía se origina en el psicoanálisis del otoño: las almas del castaño y el tejo expuestas al examen de los jueces de las montañas que reparten el pasto al ganado cuando cae el inevitable estío.
Tu poesía es el comienzo de un camino del que no es posible retornar igual que es imposible el regreso a esta vida cuando se ha decidido dormir en las cabañas de la melancolía con un trago de licor caliente en la garganta de los recuerdos y las gafas de sol sin ajustar.
Se trata de la presbicia del Neoclasicismo, del conjuro de la tristeza en las playas sin lluvia del Yucatán, del inconsciente del amor por el que una bailarina retiraría de las barras de los bares a todos los camareros sin pajarita que recitan versos en forma de chaleco salvavidas hasta altas horas de la madrugada.
De las cargas domésticas del Planeta Venus que no deja de temblar mientras tiende la ropa de sus cuatro hermanos en el tendedero de la nieve y prepara el convite para los comensales de la gramática.
Del único acontecimiento que merecería la pena cruzar a nado porque el mar es manso como los ojos cerrados que guardan el escondrijo de los días en una grieta imposible de abrir cuando el parking está lleno de cámaras de vídeo y los asientos del cine son incómodos como las agujas del tiempo.
Se trata de entregarlo todo. De quedarse desnudo como el día en que las enfermeras y las matronas te enseñan el planeta con rostro de lápida mortuoria. En ese momento el fórceps del destierro te arranca del útero de la vida para estrellarte la cara contra el desconsuelo.
Todo. Incluso la responsabilidad de las maestras sobre la caligrafía de los médicos; las monedas y los botones, el alma y el cuerpo, la llave y la cerradura, el corcho y la botella, la lengua y el chocolate, la mano y la caricia.
(RAQUEL RAMÍREZ DE ARELLANO)




miércoles, 14 de enero de 2015

PEDRO MONTEALEGRE




PISAS MI ESPALDA
Ya no 
duermo en la 
memoria del paraíso 
tal vez de una calle 
donde los niños agitan 
su corazón como basura 
Ya no lustro los silicios de la lluvia 
Putrefactos los peces de la conciencia 
no son una pared en la que rayes 
garabatos y corazones anónimos 
Y yo no soy un muchachito que por gloria 
se subiría al auto de cualquiera.
(PEDRO MONTEALEGRE)

sábado, 3 de enero de 2015