El envejecimiento de mi cuerpo y apariencia
es herida de terrible puñal.
Resignación no tengo.
A ti recurro,
Arte de la Poesía, pues algo sabes de remedios:
tentativas de envolver el dolor en la Imaginación y la Palabra.
Es herida de terrible puñal...
Ahora tráeme,
oh Arte de la Poesía, tus consuelos
para hacer que -un momento- no perciba la herida.
(JOSÉ ÁNGEL VALENTE, Cuaderno de versiones)
No hay comentarios:
Publicar un comentario