viernes, 1 de abril de 2016

La sinagoga de Mª ÁNGELES PÉREZ LÓPEZ


La sinagoga
La sinagoga convertida en matadero,
el pan en estropajo, el Nilo en sangre,
la campana en gemido del ganado,
los libros en ceniza y herradura.

El agua convertida en vidrio enfermo,
La pared en sudor y reservorio
donde tiemblan Cordero y matarife,
la sala de oración de las mujeres
con despensa de carne desollada
que gotea despacio su temor.

Y la llave, expulsada de su puerta
-el dintel ojival que abría el mundo-,
expulsada también del yunque ronco
y la herida esponjosa en la que el barro
arrancó su carnaza y compasión,
arrojada a su veta de metal,
carbonato insoluble, endentecido
que escribe soledad en otras lenguas.

Umbrales de la llaga. Cerraduras.

      En Valencia de Alcántara
      En la diáspora.


jueves, 14 de enero de 2016

El mundo de Charles Simic


EL MUNDO
A ti que me torturas
Cada día
Con tus crueles herramientas,
Estoy a punto de confesarte
Una desesperación
Más oscura que todas tus noches
Más oscuras.
Fue el día que me trajiste
La foto de una mujer
Y un niño huyendo
Por un camino con una hilera de árboles,
Después vi otra foto de ellos dos
En el suelo
Con sus cabezas ensangrentadas 
En el mismo camino sinuoso.
Había un cielo sin nubes
De final de verano
Y los árboles se estremecían 
Con la primera lluvia
Fueron los días en que pusimos
Toda nuestra confianza en el mundo
Sólo para ser engañados.
(Mil novecientos treinta y ocho. Valparaíso)

sábado, 12 de septiembre de 2015

Jordi Doce: Hormigas blancas


Lo más alegre es construir con muy poco.

He abierto este cuaderno mientras la niña dormía el segundo tramo de su siesta. Y es como si esta duermevela inquietate en que lleva sumida desde hace unos cuantos minutos llegara por misteriosos cauces hasta esta página, como si mi mano tradujera sin saberlo, y sin comprender su verdadero sentido, los gemidos y sílabas ocasionales que pronuncia en su sueño. Su despertar inminente me obliga de manera insensible a apresurarme. A escribir más rápido y sin pensar, como si la mano regresara a la etapa primitiva del balbuceo y el lloro intuitivo.
Y por ahí hay que entender la necesidad de este cuaderno.
Es un lloro seco, sin lágrimas, un balbuceo cortado de raíz.

Imagina a Dios como el pegamento entre las cosas.

Ángeles de la guarda canjeándonos como cromos.

Un armario con perchas vacías: su esperanza.

(Jordi Doce, Hormigas blancas. Barrientos Ediciones) 

lunes, 1 de junio de 2015

Mil novecientos treinta y ocho. CHARLES SIMIC


Todo es predecible. Todo ha sido previsto. Lo que estaba destinado no se puede evitar. Incluso esta patata cocida. Este tenedor. Este pedazo de pan negro. Incluso este pensamiento...
Mi abuela, que barre la acera, lo sabe. Dice que no hay dios, sólo un ojo aquí y allá que ve la claridad. Los vecinos están demasiado ocupados viendo la televisión como para quemarla por bruja.
(Charles Simic) 

domingo, 24 de mayo de 2015

ESPECIAL ÁRTESE QUIEN PUEDA: Natalia Litvinova

LO QUE NO MURIÓ ENTRE LAS MANOS
en mi sueño caían
copos de nieve.
no pude retenerlos,
fui débil.
no fui nieve
ni sueño.

(Natalia Litvinova, Esteparia. ÁRTESE quien pueda ediciones)


OFRENDA
alquilo todos
los agujeros de mi cuerpo
para mi propia ofrenda.
para curarme
después del abuso
abandono premeditado
despues de su codo
su pierna
y su sobre todo.
me abusaré de mí misma
antes que sea tarde
con mucho cariño:
de mí para mí.
(Natalia Litvinova. Esteparia. ÁRTESE quien pueda ediciones)






lunes, 13 de abril de 2015

Especial Ártese quien pueda ediciones: ÁNGELA SEGOVIA

Si hablo es porque tengo algo que se rompe


EL OFICIO

el palacio de la cultura es una cárcel blanca
cúmulo de fuegos del 20 entre chatarras del todo armónicas
muros desollados que a nadie duelen
cuatro y veinticinco siempre
bajo la escalera, focos quemados, incluso la espiral
deja de ser eterna
así, lentes difusas y las astas del renacido ciervo
otra vez
fueron cortadas de raíz hasta yacer inútiles
en la casa de Méliknov, Moscú
lienzos tendidos, una colmena esectacular.

(de paso a la ya tan, Ártese quien pueda)

TRAYECTORIA

a veces un hombre semidesudo camina por una plaza y canta, se desvía unos pasos y golpea a otro hombre con el puño cerrado y lo increpa, y el otro hombre sonríe y por le que parece le habría gustado hacer una foto de ese momento. luego cada uno a su camino, atrás los gritos, atrás los cuartos, convulsivo hombre realmente furioso y semidesnudo y furioso, se aleja por una plaza y canta.
cortina de pájaros
(de paso a la ya tan, Ártese quien pueda)



martes, 7 de abril de 2015

Especial Ártese quien pueda ediciones: MIGUEL CASASOLA

Sé de dónde procedo, pero no sé adónde pertenezco




ROMANCE LITERARIO
                                             Para...

Nuestro romance
fue como leer un libro
cuando dispones de poco tiempo.
Trabajábamos juntos,
vivíamos separados.
Nos besábamos en el metro.


CUANDO EL TIEMPO MUERE
                                  A Leopoldo María Panero

Cuando el tiempo muere
la vida se suspende
como en un baúl enterrado,
todo está sin estar
y las manos y las puertas
son una quimera.

Y lo peor es que el tiempo
es más humano
de lo que pensamos:
tiene criterio.
Cuando el tiempo muere,
muere sin pedir permiso. 

(Miguel Ángel Casasola, Esquinas y rincones. Ártese quien pueda)